La Saga de los Templarios Ciegos, Introducción
“Dicen que las madres gallegas cuentan cuentos de horror a sus niños
para que tengan los ojos grandes ” Amando de Ossorio, 2000.
Debo confesar que hubo un
momento en mi vida en el que tuve un problema de alcoholismo, fue a mediados de
los 80s, en una fiesta de año nuevo en casa de mis tíos, yo tenía unos 4 años y
alguien dejo un vaso de Cuba libre al alcance de mis infantiles manos, al ver
aquella substancia tan similar a la Coca Cola pero con un sabor ligeramente más
dulce y seductor no pude controlarlo y me tome todo el vaso, el resultado fue
algo así como cuando Bart se emborracho en la celebración de San Patricio, y
mis padres completamente despojados de orgullo, buscaron un cuarto para que me
durmiera y se me bajara la borrachera, el problema fue que el cuarto en donde
me metieron estaba cubierto con imágenes de esqueletos montados en igualmente
esqueléticos caballos!, en ese momento encima de borracho, me volví beligerante
ya que por ningún motivo me iba a quedar en un cuarto con semejantes imágenes
en las paredes, ¡Los esqueletos, los esqueletos! Decía yo, y no se qué paso
después, pero lo cierto es que las imágenes que genero mi cerebro esa noche me
perseguirían por toda mi vida, hasta que un día vi un video en internet que lo
trajo todo de vuelta.
Personalmente encuentro
sumamente difícil hablar de una película de Los Templarios sin hablar de las otras,
aparte de eso, si a uno le gusta una de estas películas, difícilmente va a
resistir la tentación de ver las demás, además de eso, el origen de una
película es el origen de todas realmente, recordemos que estas eran películas
que no estaban destinadas a la grandeza desde ningún punto de vista, sin
embargo el que algunas personas les tengamos aprecio y les dediquemos tiempo
aun después de ya cuatro décadas desde su aparición es testimonio innegable de
el impacto que lograron tener.
Es por eso que para esta entrada
y en conmemoración de mi primer Halloween en por estos lares, voy a hacer un
especial para esta saga, no voy a separar orígenes para cada una, sin embargo
si voy a hacer una anotación personal de cada una de las películas ya que todas
tienen sus propias características.
El Origen:
Amando de Ossorio se ajusta al molde de muchos
otros directores de serie B para debajo de los 60s, 70s y 80s: un hombre con
grandes ideas y bastante talento, pero que sin embargo se veía sumamente
limitado no solo por la tecnología de la época, sino también por un sistema que
sencillamente le exigía producir películas rápidas y baratas. Sin embargo estas
limitaciones no evitaron que inspirado por el cuento “El monte de las Animas”
de Gustavo Adolfo Beker, Ossorio crearía a unas de las criaturas más
espeluznantes de la historia del cine: Los Templarios Ciegos, los cuales a
través de cuatro películas, con ciertas (muchísimas) inconsistencias entre
ellas y con un nivel de calidad definitivamente desigual entre si.
Aquí les
dejo una versión en audio de el cuento para entrar en calor:
El Monte De las Animas
Ahora
bien, ya que estamos un poco familiarizados con la historia de el autor, la circunstancia general de la industria de su época y la inspiración
de su obra, procedamos a entrar en
materia.
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